Cultura Rasta♪

El movimiento rastafari es un movimiento espiritual que considera que Haile Selassie I es la tercera reencarnación de Jah, abreviación de Yahvéh, después de Melquisedec y Jesús.3
Surgió en los comienzos de los años 1930 en los barrios marginales de Kingston, Jamaica y en los sectores rurales adyacentes,4 siendo la visión social y cultural de Marcus Garvey que inspiró a los rastafaris, que incluso lo consideran una reencarnación de San Juan Bautista.5 y atribuyeron un carácter mesiánico a Selassie. Notable es el gran deseo de sus descendientes de esclavos negros de volver a África, de las aspiraciones sociales y culturales de la comunidad negra y de las enseñanzas del organizador nacido en Jamaica Marcus Garvey que clamaba «África para los africanos». El fin de Selassie era vivir sintiendo el amor que solo el humano es priviligiado de sentir tan gran sentimiento, para ir por un sendero recto y verdadero, siempre con bondad, hermandad, verdad. Como Haile Selassie decia "
Hoy en día el movimiento se ha extendido a lo largo de gran parte del mundo y tiene seguidores provenientes de distintas culturas, lenguas y naciones.
Muchos rastas creen que Jah, forma abreviada del nombre de Dios Yahveh en las escrituras hebreas, había tenido tres encarnaciones: Melquisedec, Jesucristo, y finalmente Haile Selassie, la última expresión de Jah, siendo cada uno de ellos un «Salvador».
Debido a su alto sincretismo, no hay un estudio general de la cultura rastafari, pues según ellos cada uno es dependiente de su fe, es decir, también tienen entre ellos muchas diferencias en su fe.
El movimiento rastafari recibe este nombre debido a su regente (Ras), que como se anotó al principio, antes de ser reconocido como Haile Selassie I se llamaba Ras Tafari Makonnen.

La marihuana es usada por los Rastafaris como algo sagrado, ya que sostienen que fue encontrada en el lugar de la tumba del Rey Salomón, luego de enterrarlo. No existe registro certero del descubrimiento y su posterior uso religioso en el movimiento Rastafari. Desde siempre está vinculada con la apertura de conciencia facilitando la conexión interna y acercando uno a Jah.
Otro pilar fundamental es la lectura del sagrado libro de la tradición etíope, titulado Kebra Nagast,9 y la reivindicación del panafricanismo (la reivindicación de unidad de los descendientes de africanos oprimidos durante la historia reciente).
Los rastafaris son monoteístas, creyendo en un Dios singular a quien denominan Jah. Los rastafaris ven a Jah como la esencia en la forma de la Santa Trinidad, el cual es, Padre, Hijo y el Santísimo de la creación. Los rastafaris dicen que Jah, en la forma del Santisimo creación (encarnado), vive dentro del humano, y por esta razón se refieren a menudo como "I & I" (yo y yo).
Marihuana
Para el teórico rasta, Rodrigo Pérez: «La hierba es la salud
de la nación, como el alcohol es la destrucción de la humanidad». Pérez considera que fumar ganja es «un acto positivo hacia el Creador, donde se realza el poder de la meditación y se revela la presencia divina que vive dentro de todos. Jah Rastafari, Dios Viviente, creó la Ganja para que nos sanara, nos revelara sus caminos y lo adoráramos», sin embargo, aclara, los rastas no tienen la obligación de fumar ganja. «Dios la dispuso para que en estos tiempos de grandes tribulaciones, sus hijos resistan y la humanidad recupere su salud». «Nosotros experimentamos las vibraciones del arbusto ardiente como un eufórico y místico sacramento, capaz de iluminar y aliviar la crucial realidad de alienación social y vil pobreza». Además defienden la ganja al argumentar que no es una droga, porque no es un fármaco, lo que implicaría la mano del hombre. «Es una planta que se siembra, germina, crece y da sus frutos, es una creación en la que está implicado Dios Todopoderoso».
En general, las drogas sí producen adicción, pero la marihuana no crea dependencia física. Los rastafaris no consideran prohibirla. Creen que es producto de la ignorancia. La defienden como una creación divina, que no puede estar sujeta a las leyes del hombre, sino a las leyes naturales, al igual que el hombre. «Cualquier ser humano tiene derecho a que en su hogar, en la tierra que habita, siembre lo que necesite para alimentarse y sanarse, corporal, espiritual y mentalmente». Aunque se reprocha el uso lúdico de la hierba, pues esto no esta bien visto por los Rastafaris.
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